La política española contemporánea se ha edificado sobre una ficción promovida por los nacionalistas, legitimada por la izquierda y asumida por una derecha sin criterio: que España es una anomalía antidemocrática que ha oprimido a supuestas naciones genuinas como Cataluña o el País Vasco. Este ensayo desmonta esa fabulación y sostiene que el sistema autonómico, lejos de reparar una supuesta injusticia ancestral, ha propiciado, mediante incentivos perversos, desigualdades territoriales, privilegios de clase y un deterioro de la calidad democrática. Según Félix Ovejero, no existe un «problema territorial», sino un problema nacionalista que durante décadas ha contaminado el debate público y condicionado la acción política. "La invención del agravio" desmonta los mitos centrales de esa narrativa y sostiene que el nacionalismo debe ser combatido como en su día se hizo con las justificaciones del racismo o del machismo: no aceptando sus términos, sino mostrando que el verdadero problema es su sustrato ideológico. Con especial atención a la delirante complicidad de una izquierda que, contradiciendo sus principios igualitarios y democráticos, ha otorgado legitimidad moral a esas tesis, este libro reclama instituciones para una democracia de ciudadanos libres e iguales y alerta sobre los riesgos de seguir legitimando un relato profundamente reaccionario.