Como un homenaje a su vida y su obra, el centenario de su nacimiento, en 2011, fue la ocasión para celebrar la memoria de Carl Dolmetsch, una de las figuras más influyentes del extraordinario renacimiento de la flauta dulce en el siglo XX.
Desde que, siendo un niño de siete años dejó accidentalmente la bolsa que contenía la preciosa flauta dulce Bressan de su padre en un andén de la estación de Waterloo, su vida estuvo inseparablemente ligada a un instrumento apreciado durante los primeros periodos de su larga historia.
Su labor posterior como intérprete, constructor, escritor, profesor y, sobre todo, dedicado defensor del instrumento exigía ser celebrada de forma tangible y práctica.
Este libro conmemorativo reúne abundante material de gran interés para el mundo de la flauta dulce al que tanto contribuyó Carl Dolmetsch.